Ya a pasado tiempo desde la primera vez que empecé a darle vueltas a una singular situación que ha estado ocurriendo el la plantilla de la Real Sociedad, y se trata en concreto de la posición del pivote defensivo, o mediocentro defensivo si queda más claro. Esta posición fundamental, en la mayoría de los equipos, siempre ha estado formado normalmente por jugadores canteranos de la real, poco brillantes, que realizan el trabajo oscuro y necesario para el equipo, y que tanto lo valoran los entrenadores y los aficionados que saben de esto. El Dream Team de Cruyff, tenía a un tal José Mari Bakero, que en la real jugaba más de media punta, y en la real que gano dos ligas jugaba un tal Perico Alonso , jugador que junto a Bakero, jugó tanto en la selección nacional como en el FC Barcelona. Estos jugadores fueron seguramente dos de los pivotes defensivos mas destacados entre otros de la historia de la Real Sociedad, pero la tendencia a sacar este tipo de jugadores, con carácter, garra, no exentos de calidad y generosos en el esfuerzo físico, se fue disminuyendo a medida que pasaba el tiempo y los jugadores de la cantera que comenzaron a llegar tenían otro perfil. A partir de los noventa los aficionados realistas comenzamos a asistir a una lista interminable de jugadores fichados para ocupar esta posición tan importante, y la ausencia de jugadores formados en la cantera para esta posición obligaron a los dirigentes realistas a invertir el dinero para fichar jugadores de este perfil, aunque desgraciadamente en la mayoría de los casos, los fichajes no dieran el resultado esperado.
Desde Océano el portugués, que dejo una huella imborrable en la memoria de los aficionados txuri-urdines junto con su compatriota Carlos Xabier, comenzó una interminable odisea de fichajes que probaron fortuna en está posición, Yaw, Cheito Ramírez, Javier Gracia, Juan Gómez, Mutiu Adepoju, Hakan Mild, José Felix Guerrero, Frederic Peiremans, Dragan Mladenovic, Luiz Alberto, Sergio Boris, Lionel Potillon, John Viafara, Diego Rivas, José Luis Martí etc. Pero lo cierto es que muchos de estos fichajes acabaron jugando en otras posiciones, debido a las carencias en su juego o por necesidades del equipo. Actualmente y siendo uno de los pilares básicos del equipo que juega de pivote defensivo es Diego Rivas, fichado en la temporada 2006-2007 del Getafe, y aunque al principio no termino de cuajar como se esperaba, actualmente nadie duda de su aportación en cuanto al juego del equipo. Pero lo que realmente quería plasmar en esta opinión es una pregunta muy simple y concreta, ¿ Por qué desde ya casi mas de 10 años no salen jugadores canteranos de este corte, siendo el esfuerzo, garra, sacrificio y ganas de luchar unas características mas fáciles de encontrar, si comparamos con los jugadores técnicos y talentosos?
Pues bien opiniones hay muchas . Leí hace ya tiempo un artículo de Jesús María Zamora, uno de los mejores jugadores de la historia de la real, que además jugaba de medio centro, que la sociedad actual había cambiado en comparación al que el vivió cuando era joven, y que los jóvenes de ahora habían perdido esa garra y casta que a ellos se les atribuía porque la forma de vida actual era menos dura. No seré yo quien discuta al bueno de Zamora si la vida a cambiado, o si la garra al que hacía mención se ha ido perdiendo en las siguientes generaciones, pero personalmente de lo que he vivido y he visto tengo mi propia opinión y es la siguiente. La garra o el espíritu de lucha no creo que sea algo que se trabaje o se entrene, si es verdad que según la vida que lleve uno, puede ayudar o disminuir a endurecer nuestro carácter, pero creo que se trata de una característica ligada a la personalidad de cada uno, y en ese sentido esa característica del jugador no se pierde, está ahí, pero hay que buscarlo. Desde que comencé a jugar al fútbol hasta que deje de jugarlo coincidí con muchos tipos de jugadores, desde los trabajadores incansables y luchadores hasta los técnicos, habilidosos y geniales. En ese periodo si algo comprendí es que los jugadores luchadores no se llevaban las alabanzas, ni los méritos de los partidos ganados , y aunque en sus respectivos equipos eran jugadores importantes y valorados, a niveles de selecciones provinciales, y equipos como la real el perfil valorado era el del talentoso, técnico y hábil. Si se hiciera una encuesta entre los aficionados realistas de las características que tendría que tener los jugadores, estoy seguro que la mayoría coincidiría en decir algo así como, “un equipo con jugadores que lucharan por cada balón y en ataque dos o tres jugadores talentosos”. Pues bien, eso tiene pinta de que no ocurrirá en un tiempo, y la razón es sencilla. ¿Se le puede pedir a un jugador canterano cuya forma de jugar se ha basado el la técnica, habilidad y talento desde las categorías inferiores, a jugar de una forma más agresiva, más sacrificio y en definitiva con una mentalidad más trabajadora? Si pedir se puede, otra cosa es que el jugador lo pueda hacer. El sacrificio y mentalidad de trabajo al igual que el talento y habilidad para el juego son características propias de cada persona, si los ojeadores no buscan esas características , los jugadores no las tendrán, y aunque los jugadores que no tienen esas características puedan esforzarse en ser más trabajadores, nunca podrán llegar al nivel de un jugador cuyo juego siempre se ha basado en el trabajo y sacrificio. En definitiva, todo esto supone que la real seguirá invirtiendo en futuros fichajes cuya características sí se pueden encontrar en las categorías formativas de fútbol en euskadi, pero si los dirigentes de los clubes buscan otro tipo de jugadores, nunca podrán llegar a construir un equipo con una gran mayoría de jugadores luchadores y con mentalidad trabajadora.
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