Fernando P. Sanjuan
Foto: realzaragoza.com
El Real Zaragoza, débil en todas sus facetas, ha realizado siete nuevas incorporaciones en este mercado invernal con el objetivo de tapar agujeros y cubrir una plantilla llena de carencias que se sitúa en puestos de descenso al inicio de la segunda vuelta de la temporada.
Durante el transcurso de la primera vuelta, el conjunto zaragocista ha vislumbrado grandes dudas para conseguir el principal objetivo de la temporada, la permanencia. Atrás queda el anhelo de algunos que aspiraban llegar a la UEFA, hecho que desde el primer momento me pareció más un sueño y una esperanza personal que una posibilidad real.
Así, del mismo modo que el año pasado luchamos por el ascenso, éste debemos hacerlo por conseguir la permanencia. Y esto es por lo que se debe luchar. Tras la victoria contra el Tenerife, el ánimo de la afición ha aumentado notablemente y la sensación de poder conseguir la permanencia se palpa en el ambiente. Y es que el equipo también denota una mejor actitud, llegando a ofrecer una buena imagen durante algunos minutos, como en el segundo tiempo del encuentro contra el Villarreal o la remontada contra el Tenerife.
Por otro lado, las nuevas incorporaciones se empiezan a adaptar y ya están dando sus frutos. En este sentido, el conjunto zaragocista, débil en la zaga y débil en el ataque, ha dirigido sus refuerzos principalmente a esas posiciones con los fichajes de Eliseu, Suazo, Colunga, Jarosik y Contini, pero además también ha apuntado hacia el guardameta Roberto y el centrocampista Edmilson.
Y es, sobre este último, sobre el que recaerá todo el peso del equipo, ya que el internacional brasileño, José Edmilson Gomes de Moraes, será el encargado de dar salida al balón, aspecto que destaca una de sus principales cualidades. Por ello, Edmilson será la pieza clave que unifique al equipo para lograr la consecución de la deseada permanencia.
Foto: realzaragoza.com
El Real Zaragoza, débil en todas sus facetas, ha realizado siete nuevas incorporaciones en este mercado invernal con el objetivo de tapar agujeros y cubrir una plantilla llena de carencias que se sitúa en puestos de descenso al inicio de la segunda vuelta de la temporada.
Durante el transcurso de la primera vuelta, el conjunto zaragocista ha vislumbrado grandes dudas para conseguir el principal objetivo de la temporada, la permanencia. Atrás queda el anhelo de algunos que aspiraban llegar a la UEFA, hecho que desde el primer momento me pareció más un sueño y una esperanza personal que una posibilidad real.
Así, del mismo modo que el año pasado luchamos por el ascenso, éste debemos hacerlo por conseguir la permanencia. Y esto es por lo que se debe luchar. Tras la victoria contra el Tenerife, el ánimo de la afición ha aumentado notablemente y la sensación de poder conseguir la permanencia se palpa en el ambiente. Y es que el equipo también denota una mejor actitud, llegando a ofrecer una buena imagen durante algunos minutos, como en el segundo tiempo del encuentro contra el Villarreal o la remontada contra el Tenerife.
Por otro lado, las nuevas incorporaciones se empiezan a adaptar y ya están dando sus frutos. En este sentido, el conjunto zaragocista, débil en la zaga y débil en el ataque, ha dirigido sus refuerzos principalmente a esas posiciones con los fichajes de Eliseu, Suazo, Colunga, Jarosik y Contini, pero además también ha apuntado hacia el guardameta Roberto y el centrocampista Edmilson.
Y es, sobre este último, sobre el que recaerá todo el peso del equipo, ya que el internacional brasileño, José Edmilson Gomes de Moraes, será el encargado de dar salida al balón, aspecto que destaca una de sus principales cualidades. Por ello, Edmilson será la pieza clave que unifique al equipo para lograr la consecución de la deseada permanencia.
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