Se cumplen 15 años de la patada de Cantoná

Pues sí, ya hace 15 años que se produjo esa imagen que dió la vuelta al mundo. Eric Cantoná pateando lleno de ira a un aficionado que le había inclepado anteriormente.

Eric, al que muchos creían Loco, dejó el juego, saltó la balla y le endosó una patada certera al provocador aficionado.Un hecho lamentable  que nunca debió ocurrir, pero que tristemente ayudó a aumentar la leyenda de este gran jugador francés de los años 90.

Aquí os dejo la história de como ocurrió todo más detallada: (enlace)

Todo el mundo, en determinadas circunstancias, puede reaccionar de forma violenta o agresiva. Hasta el más pacífico puede llegar a perder los papeles. En el mundo del fútbol, ya he mencionado alguna vez que otra que, incluso Zidane, en su último partido como profesional, propinó un cabezazo que ha pasado a la historia. Han quedado también grabadas en la memoria de los aficionados al fútbol acciones como la de Stoichkov, cuando el búlgaro propinó un pisotón a un árbitro. Como esas acciones hay muchas; está claro que los jugadores con mucho carácter tienen más facilidad a la hora de perder los nervios. ¿Os acordáis del mítico Eric Cantona?

El francés es un claro ejemplo de jugador con carácter. Cantona era uno de los delanteros de los que ya no quedan y que están en peligro de extinción. Su máximo esplendor se produjo durante su etapa en el Manchester United, donde nos dejó verdaderas joyas. Pero, aparte de su contrastada calidad, también fue protagonista de una de las agresiones más polémicas que jamás se han visto. Ayer mismo, se cumplieron 15 años de la patada que propinó Cantona a un aficionado. Este vídeo os refrescará la memoria:

Sucedió el 25 de enero de 1995, cuando el Crystal Palace recibía al equipo de Alex Ferguson. Corría el minuto 48 cuando el francés, tras ser expulsado, era insultado por Matthew Simmons. Cantona no se lo pensó dos veces y con su patada pasó a los anales de la historia del deporte rey. La sanción fue ejemplar: Nueve meses de sanción, dos semanas de prisión (las cuales fueron sustituidas por 120 horas de servicios comunitarios) y una multa económica considerable.