Esta es una historia real, nadie
me la ha contado La he vivido en compañía de mi familia y de cuatro
amigos del Valle. Todos ellos pueden confirmar lo que digo. Que cada uno saque sus
conclusiones.
Viehla, Valle de Arán, 7 de
septiembre de 2013, 19h. Tarde lluviosa. El presidente del Espanyol, ha sido
invitado para leer el pregón de las fiestas locales. Después de la proclamación
de las reinas de las fiestas y de los discursos de las autoridades locales, a
las 19h15m toma la palabra Joan Collet desde el balcón del ayuntamiento. En ese mismo instante, empiezan a sonar las campanas de la iglesia, a
unos 20 metros de distancia. Se supone que es la llamada a misa de siete y
media. Se hace difícil oír a nuestro presidente, pero el sigue impasible. El
repiqueteo sigue y sigue, con fuerza inusitada y raramente largo para ser una
llamada a misa. Las miradas de Collet a las campanas no tienen respuesta en
ninguna autoridad. Termina su discurso y terminan de sonar las campanas, casi
simultáneamente. Empieza a llover abundantemente.
La misma plaza del Ayuntamiento y
de la iglesia. Son las 20h50m. La lluvia ha ido arreciando. Se oyen truenos y se ven relámpagos. De repente, un ruido tremendo sobre nuestras cabezas, se va la
luz en toda la plaza, chispas y cascotes caen sobre nuestras cabezas. A los pocos
minutos, policía y bomberos desalojaban la plaza y establecían un cordón de
seguridad. Allí vimos de nuevo al Sr Collet y esposa (supongo) que protegidos
por un paraguas miraban asombrados hacia el campanario que hacía escasamente una hora se interponía en el speach, destrozado por un rayo. Esas campanas, nunca más impedirían hablar ni a él ni a nadie
.
Si estuviéramos en la edad media,
rápidamente sacaríamos conclusiones sobre la ira divina contra un campanario
anti-perico (o un sacristán).
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