martes

No estuve en Getafe

Getafe, 1; RCD Espanyol, 0. Y yo no estuve. A pesar de vivir en Madrid, de estar esperando toda la temporada este momento para ver al equipo de mis amores, no estuve en el Alfonso Perez. No fue por el frío, ni por ningún compromiso ineludible. Fue por una sensación de desilusión, abatimiento, frustración y cosas semejantes. Todo eso por la casi seguro traspaso de Victor Ruiz al Nápoles.
Sabemos que somos un club modesto que compite con todopoderosos. Sabemos que nuestra economía tiene muchos problemas. Pero que después de unos años sin más aspiración deportiva que evitar el descenso, cuando por fin empieza a verse un equipo competitivo e ilusionante, a media temporada empiece a desmantelarse, es como para quedarse en casa y pensar seriamente en olvidarse de esto.
No puedo creerme ningúna de las razones que se dan. Tienen un fondo de cierto pero no son toda la verdad. Eso al margen de las dotes de negociador que tiene quien va diciendo que necesita el dinero de la venta. Tontos serán los del Nápoles si no aprietan mucho. Pero sobre todo es la sensación de que juegan con tu ilusión, con tu condición de incondicional. ¿No se puede esperar a final de temporada? Sería señal de que en el área económica se han hecho muy mal las cosas. La medida tendría que venir acompañada de algún cese o dimisión.
Y desde el punto de vista deportivo, es correr unos riesgos muy altos. Nos quedamos con dos centrales: uno que juega tres de cuatro partidos como mucho, Forlín. Otro, excelente, con 18 años, Amat. El recambio, que también lo es de los laterales, Galán, de momento sigue lesionado. Una cosa es que estén saliendo valores de la cantera y otra muy distinta que sea un pozo sin fondo. No olvidemos que el filial acaba de descender a tercera división y muchos de sus jugadores son juveniles.
De momento, me equivoqué en mis previsiones para el domingo. Pensé que el equipo estará hecho un flan y sería un desastre. Me alegró mucho de haberme equivocado. Pero no demos más vueltas de tuerca. Hemos asistido a caidas desde más alto y no quiero revivir esas experiencias.

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